Cuatro cosas que no sabías de los NFT

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Tokens únicos e indivisibles. En estos momentos, todos hemos escuchado acerca del último fenómeno en internet que está arrasando tanto en el mundo del arte como en otros ámbitos. Es realmente sorprendente. El artista digital Beeple vendió una de sus obras por una cifra asombrosa de 69 millones de dólares a principios de este año, mientras que Jack Dorsey, uno de los fundadores de Twitter, recibió 2,5 millones de dólares por su primer tweet.

Para aquellos que se preguntan cómo pueden acceder a esta tecnología que promete revolucionar nuestra forma de comerciar, en este artículo explicaremos algunos aspectos clave que se deben conocer de antemano.

Son certificados digitales de propiedad únicos…

Un token no fungible (NFT, por sus siglas en inglés) recibe su nombre del concepto de fungibilidad, que se refiere a la idea de que algo se puede intercambiar y reemplazar por otra cosa. Un billete de 10 dólares es un ejemplo claro de un bien fungible: existen miles de millones de billetes de 10 dólares emitidos por la Reserva Federal de los Estados Unidos, y todos tienen el mismo valor. Además, se pueden utilizar para pagar bienes o servicios valorados en 10 dólares.

En contraste, un bien no fungible es completamente único. Tomemos como ejemplo un billete de lotería premiado: es posible que varias personas hayan elegido los mismos números, pero el billete en sí no se puede duplicar a voluntad.

La Mona Lisa es otro ejemplo de un bien no fungible. La gente puede hacer copias de ella, pero nunca podrán replicar el original. Por eso, la obra maestra de Leonardo Da Vinci no tiene precio y es considerada no fungible.

Cuando alguien posee algo no fungible, es natural que desee certificar su autenticidad. Aquí es donde entran en juego los NFT: son certificados virtuales únicos que se verifican mediante la tecnología blockchain. Esta tecnología actúa como un registro público e independiente de seguridad, lo que permite que las personas vean los detalles de la transacción y sepan quién es el propietario del bien.

En pocas palabras, los NFT son un tipo de seguro de autenticidad, y la gente está dispuesta a pagar grandes sumas de dinero por los NFT de ciertos objetos.

…pero las personas pueden descargar copias digitales del bien

Es importante entender que un NFT no impide que las personas puedan hacer copias digitales del bien en cuestión. Con una obra de arte física, se puede controlar dónde se guarda y quién la ve; sin embargo, con una obra de arte en formato NFT, la gente puede descargarla y tenerla en su colección privada.

Por lo tanto, el valor de un NFT radica en demostrar que uno es el propietario de la versión original de la obra, y no de una copia. De esta manera, aunque tener una copia digital puede ser bueno, su valor nunca aumentará. En cambio, un NFT garantiza que una obra codiciada alcance su verdadero valor al ser considerada la original.

Un buen ejemplo de esto es un NFT de un álbum de música. Los fanáticos pueden descargar copias digitales del álbum, pero el músico que posea el NFT es el único que puede demostrar ser el propietario del mismo y obtener un porcentaje de las ventas y los derechos de autor.

Son objetos de colección

Los coleccionistas saben que lo más emocionante de coleccionar es tener algo que nadie más tiene. Ya sea un sello o una estampa de fútbol poco común, resulta fascinante tener algo especial.

Los NFT son los objetos de colección definitivos. La NBA ha convertido en tokens algunos de sus videos más memorables para que los fanáticos puedan comprarlos e intercambiarlos. Aunque cualquiera puede ver el video que desee, algunos de los más codiciados se venden por miles de dólares, solo para que el propietario pueda decir que es suyo y, si lo desea, venderlo en el futuro.

La necesidad humana de coleccionar objetos es algo arraigado en nosotros, y algunos expertos lo relacionan con nuestro pasado como cazadores-recolectores, cuando la supervivencia dependía de acumular la mayor cantidad de cosas posible. Esto puede explicar por qué la moda de los NFT se ha vuelto tan popular rápidamente y parece que continuará siendo un tema relevante durante mucho tiempo.

Pueden poner fin a las Entradas falsificadas

Todos conocemos a alguien que ha pagado de más por una entrada de concierto o, peor aún, que ha comprado una entrada que resultó ser falsa. Los NFT pueden acabar con esto.

Si el organizador de un evento utiliza un token para vender las entradas, estos contarán con un sello de autenticidad irrefutable que los vendedores fraudulentos no podrán replicar. Además, gracias a los protocolos de la tecnologia blockchain , los cuales le permiten al propietario de un NFT verificar qué entradas son válidas, se podran rechazar aquellas que se vendan por encima de su valor nominal y evitar así la transacción.

Aquí puede haber una gran oportunidad de negocio, ya que muchos artistas importantes han expresado su descontento con la reventa y la falsificación de entradas. Plataformas como Mintbase ya permiten a los organizadores crear boletos en forma de NFT, y con el tiempo se espera que este proceso se simplifique aún más.

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